Los toros coleados, ¿Deporte?

El deporte es un arte de algo. ¿Puede considerarse un arte el torturar a un ser vivo de esta cruel manera? Los toros coleados son una tradición cruel que nos denigra como seres humanos, porque es más que un acto sádico e inhumano.

En este mal llamado Deporte Nacional, se ha confundido la demostración de la destreza del hombre de a caballo que recurre a tumbar un toro en la sabana como una alternativa para poder someterlo, válida en su trabajo y en donde el toro, que es el animal sometido, tiene la gran alternativa de la sabana abierta para defenderse porque no lo están esperando a la puerta de un corral como caimán en boca de caño para maltratarlo ni ha sido sometido a otros rigores previos para “prepararlo” al gran circo.
Hay quienes amparándose en palabras del mismo Presidente Chávez, pretenden hacernos creer que defender el coleo es estar con la revolución. Pareciera que Chávez no tiene derecho a equivocarse y nosotros a estar en desacuerdo con él y de acuerdo con la Constitución, que en su artículo 111 plantea: “…Todas las personas tienen derecho al deporte y a la recreación como actividades que benefician la calidad de vida individual y colectiva. La educación física y el deporte cumplen un papel fundamental en la formación integral de la niñez y la adolescencia”. Y no sin razón se pregunta Murphi, mujer luchadora del Consejo Comunal “4 de Febrero”, ubicado en El Timonal, ¿cómo es que una práctica tan sádica puede contribuir a la formación de l@s niñ@s si promueve la violencia, el maltrato a los animales y la falta de solidaridad, antivalores que se contradicen radicalmente con los postulados de la sociedad que estamos construyendo?.
La comunidad sabe que detrás de estas prácticas perversas sigue estando metida la mano del gran capital. En el caso de Andrés Eloy Blanco, ganaderos, dueños de radios privadas que se lucran con la publicidad y la marca de cerveza de la que es emblema Henry Falsón. Poco importa que esta perversa y sádica “tradición” traiga como condimento riñas colectivas con heridos, muertos y enemistades. La consigna del capital es ganar cada vez más, no importa cómo. Mientras l@s defensor@s del coleo se pavonean en costosos caballos por nuestro pueblo, las comunidades padecen y se organizan para, en Comités de Usuarios y Usuarias, pelear y defender el derecho a tener unos servicios públicos dignos. Agua, aseo, salud, vivienda, vialidad, control directo del presupuesto, defensa de la radio comunitaria y alimentación, entre otr@s, son las consignas que mueven a los de a pie, a los que no nos escudamos en caballos y costosas camionetas para hacer oír y respetar nuestra voz.