CUALQUIER SUMISION ES NUESTRA DERROTA. SOLO LA ACCION SOBERANA DEL PUEBLO ES LIBERTAD

martes, 21 de junio de 2011

Fabricio Ojeda Vive...




Fabricio Ojeda fue asesinado por ser una luminaria en la lucha revolucionaria
Ojeda fue presidente de la Junta Patriótica que derrotó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958. Este revolucionario trujillano fue un apóstol de la causa popular y un activo luchador social comprometido con la igualdad y justicia entre los seres humanos. Fue asesinado el 21 de junio del año 1966 por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Sifa).

Un día como hoy, domingo 21 de junio del año 1966, fue asesinado por el entonces Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Sifa), el revolucionario trujillano, Fabricio Ojeda.

Para la 'Derecha' de ese entonces, Ojeda era un factor perturbador, porque todo el que iba a visitarlo a la celda donde pagaba una condena de 18 años, recibía un buen flujo de información, desde el punto estratégico en la lucha social revolucionara, por lo tanto “no era bueno ni conveniente tenerlo vivo”.

Luego de asesinarlo vilmente, dijeron que se había suicidado porque eran muchos los años que iba a pasar en la cárcel. Aunque dijeron que se había ahorcado, la autopsia determinó que no; Fabricio fue torturado y luego lo colgaron.


Hoy, a 43 años de su muerte, Fabricio Ojeda es recordado por el pueblo de Boconó, en el estado Trujillo, lugar donde nació el 6 de febrero 1929. Ojeda fue presidente de la Junta Patriótica que derrotó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958.

Diputado por el Distrito Federal en el extinto Congreso Nacional, decidió abandonar su curul el 30 de julio de 1962 para tomar las armas e irse al combate en las montañas.

Este revolucionario trujillano fue un apóstol de la causa popular y un activo luchador social comprometido con la igualdad y justicia entre los seres humanos. Admirador de la Revolución cubana y fundador de la Fuerza Armada de Liberación Nacional (FALN).

Fabricio fue detenido y sentenciado por un consejo de guerra a 18 años de prisión por rebelión militar y en 1966 fue asesinado y su consigna era luchar hasta vencer. Ojalá el ejemplo de este revolucionario ejemplar fuera considerado por los actuales calentadores de puestos en la Asamblea Nacional.

martes, 14 de junio de 2011

¿Hacia donde marcha la Revolución Bolivariana?


La revolución bolivariana ha sido sacudida en los últimos meses por un radical giro de la política exterior del presidente Chávez, que ha modificado sustancialmente una serie de puntos programáticos que había enarbolado como política transformadora hacia Latinoamérica y el resto del mundo.

1.Desde finales de 2010 se restablecieron las relaciones diplomáticas con el gobierno colombiano, a partir del nuevo gobierno de Juan Manuel Santos. Al hacer esto, el gobierno bolivariano abandonó sus fuertes reclamos sobre la instalación de bases militares norteamericanas en territorio del vecino país, y se olvidó de la denuncia contra el Plan Colombia como mecanismo intervencionista gringo hacia el continente suramericano.

2. En la reciente entrevista Chávez-Santos en Cartagena, se reconoció al gobierno hondureño de Porfirio Lobo, nacido del proceso golpista contra Manuel Zelaya en 2009, y se legitimó a la vez a la OEA (al aceptar la reincorporación de Honduras), cuando en años recientes Chávez cuestionaba fuertemente la vigencia de ese organismo y proclamaba la necesidad de sustituirlo por una organización integrada sólo por países latinoamericanos.

3. La captura y entrega de Joaquín Pérez Becerra al gobierno de Santos, unida a la reciente captura de Julián Conrado, echa por tierra los principios socialistas más elementales y coloca al gobierno bolivariano como parte integrante del mismísimo Plan Colombia en su objetivo por aniquilar las fuerzas revolucionarias que existen en el hermano país. La acción de captura de ambos, junto a otras decenas de revolucionarios colombianos deportados en años anteriores, se produjo mediante la acción “conjunta” de los cuerpos de inteligencia de ambos países, como lo ha declarado el propio presidente Santos (y no ha sido desmentido por la parte Venezolana). Esto significa que Venezuela hace trabajo en común con cuerpos de inteligencia que son controlados por la CIA y el MOSAD, y que son objetivamente enemigos declarados de todo proceso revolucionario socialista en cualquier parte del mundo.

Las consecuencias de estas acciones tomadas por el gobierno de Chávez se manifestarán durante bastante tiempo, pues no son simples medidas coyunturales sino un cambio general del programa político que hasta ahora enarbolaba Chávez.

La entrega de los revolucionarios colombianos al régimen proyanki de Santos implica, en este aspecto de las relaciones internacionales, el abandono de la política socialista y la conversión del gobierno de Chávez en una pieza más de los planes que la oligarquía neogranadina y el imperio desarrollan desde el territorio del país vecino para acabar con las organizaciones revolucionarias colombianas y preparar futuras agresiones contra los procesos de cambio que se suscitan en todo el continente latinoamericano.

LA ENTREGA DE GUERRILLEROS AL GOBIERNO DE SANTOS ES EQUIVALENTE A QUE EL PRESIDENTE ALEJANDRO PETIÓN (EN HAITÍ) HUBIERA CAPTURADO A SIMÓN BOLÍVAR Y LO ENTREGARA A LAS AUTORIDADES ESPAÑOLAS (en vez de prestarle la solidaridad que permitió las expediciones de Los Cayos en 1816 y el reinicio de la lucha armada independentista luego de la pérdida de la Segunda República en 1814). O que el gobierno mexicano hubiese capturado en los años 50 a Andrés Eloy Blanco y lo entregara a la dictadura de Pérez Jiménez. O que en la Venezuela del siglo XIX hubiesen capturado a José Martí y lo entregaran al colonialismo español que dominaba Cuba.

LA LUCHA ARMADA NO DEBE SER CONSIDERADA “TERRORISMO”. HABRÍA QUE CAMBIAR NUESTRA HISTORIA Y DENOMINAR TERRORISTAS A BOLÍVAR Y DEMÁS PATRIOTAS.
Uno de los cambios de la política bolivariana se refiere a dejar de reconocer la legitimidad de la lucha armada como forma de lucha de los pueblos para conquistar su libertad. La lucha armada que desarrollan en Colombia organizaciones como las FARC y el ELN ha pasado a ser considerada por el gobierno de Chávez como “acciones terroristas”, calificando como tales a los miembros de dichas organizaciones revolucionarias.

Pero la lucha armada sigue teniendo plena vigencia histórica, y para no abundar en elucubraciones teóricas, basta con observar la rebelión de los pueblos árabes, en donde las negativas de las élites dictatoriales a dejar el poder está abriendo paso a confrontaciones armadas que configuran prácticamente guerras civiles (como ocurre por ejemplo en Yemen).

En Venezuela prácticamente todos los grupos que han gobernado desde la independencia han recurrido a la lucha armada popular como mecanismo para conquistar el poder político, incluido aquí el propio Chávez, que organizó dos rebeliones militares contra gobierno electos “democrática y constitucionalmente”. José Antonio Páez, José Tadeo Monagas, Antonio Guzmán Blanco, Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez, Rómulo Betancourt, fueron todos caudillos populares que en su momento lideraron insurrecciones armadas de fuerzas populares con objetivos revolucionarios (por lo menos, en lo declarativo).

La izquierda revolucionaria también recurrió a la lucha armada en los años 60, en medio de procesos políticos que en otros países conquistaron triunfos históricos, como en Cuba en 1959 y en Nicaragua en 1979. El que hayan fracasado experiencias como la de los Tupamaros en Uruguay (el actual presidente José Mujica fue líder de ese grupo guerrillero), o la propia lucha armada venezolana, no quitan legitimidad histórica a esos esfuerzos por alcanzar una sociedad más justa.

Es peligroso considerar que quienes obtienen triunfos políticos y alcanzan el poder ya sea mediante elecciones o acciones armadas tienen la razón histórica de su lado, y quienes fracasan simplemente no interpretaron el momento y su programa político estaba “desfasado” del sentir popular. La marcha de la historia no siempre le da la razón a quienes profesan las ideas justas y los programas políticos transformadores. Hemos visto como proyectos muy acertados en lo sociopolítico han sido aplastados por las fuerzas de la reacción burguesa, como ocurrió con la Revolución Española en los años 30 del siglo XX, con la experiencia allendista en Chile, o el destino de revolucionarios insignes como Francisco de Miranda, Emiliano Zapata, Pancho Villa, Augusto César Sandino, Farabundo Martí, Ernesto Che Guevara.

Si la razón histórica se midiera por los triunfos políticos, pues Rómulo Betancourt sería el gran paradigma a seguir en Venezuela, y tendríamos que descartar los aportes de personajes como Salvador de la Plaza, Rodolfo Quintero, Gustavo Machado, Argimiro Gabaldón, Simón Sáez Mérida y demás “fracasados” de la izquierda venezolana.

Los triunfos electorales del presidente Chávez, si bien han modificado las relaciones de poder dentro de Venezuela y el resto del continente latinoamericano, no implican que de una vez haya que considerar como “fracasadas” todas las otras formas de lucha que se diferencien de la estrategia que el chavismo ha utilizado desde hace 12 años. La historia no se desenvuelve en una o dos décadas, y la derrota de la burguesía, tanto nacional como internacional, sólo será posible mediante una larga confrontación que además debe ser continental y mundial, no circunscrita exclusivamente al territorio venezolano. Si los triunfos políticos determinaran la justeza de un programa, pues habría que respaldar a la burguesía, si consideramos la historia reciente en la cual han fracasado y colapsado casi todas las experiencias socialistas en el mundo.

Las potencias imperialistas califican de terroristas a los movimientos revolucionarios que luchan contra gobiernos aliados a ellos, y llaman “luchadores por la libertad” a las organizaciones armadas que se enfrentan a gobiernos antiimperialistas. Sucede esto en la Libia actual, pero ha pasado antes en la Nicaragua Sandinista de los años 80, en el Afganistán de los 80 y 90, en Chechenia y otras regiones musulmanas de Rusia, en Kosovo y muchas otras regiones del planeta. Si los imperialista lo hacen, porqué nosotros no podemos hacerlo, en sentido contrario, reivindicando a los verdaderos luchadores por la libertad como revolucionarios, y llamando mercenarios a esas organizaciones fabricadas con dinero imperial que combaten para evitar el desarrollo de revoluciones socialistas y nacionalistas en el mundo.

EN UNA REVOLUCIÓN, LAS RAZONES DE “ESTADO” LAS DECIDE EL PODER POPULAR Y NO LA BUROCRACIA
El gobierno bolivariano ha justificado la deportación de revolucionarios como derivadas de “razones de Estado”. Pero resulta que ese argumento sólo funciona dentro de un estado burgués. Un gobierno revolucionario no puede utilizar “razones de estado” desconocidas para la población, no puede recurrir a la “diplomacia secreta” propia de los países burgueses e imperialistas, para justificar acciones difíciles de encajar en el programa socialista bolivariano.
Si las razones de estado se deben a la búsqueda desesperada de la “aprobación” o “visto bueno” del imperio para evitar sanciones como las tomadas por la ONU contra Libia, creemos que difícilmente se puede creer en la palabra de los imperialistas y en los acuerdos con la oligarquía colombiana. En la actual “luna de miel” con el presidente Santos no hay garantías verdaderas, no hay certezas ni siquiera medianas, acerca de que la conducta de la burguesía colombiana se haya modificado con relación a la revolución bolivariana. Para Santos es simplemente una cuestión de acumular fuerzas y esperar mejores momentos para agredir a nuestro proceso revolucionario. De eso no tenemos ni sombra de duda. Igual sucede con los Estados Unidos. Si ahora están muy ocupados con la rebelión árabe, el ataque criminal contra Libia, y la crisis económica profunda que sacude a Europa y USA, se volverán contra nosotros apenas vean la posibilidad de acabar de una vez con un proceso que sólo les trae problemas y que construye enemigos antiimperialistas por toda NuestrAmérica.

Kadafi desarrolló en la última década una política de apertura política hacia las potencias occidentales. Acuerdos con la Francia de Sarkozy, con la Italia de Berlusconi, con las multinacionales del G-7, no han impedido los brutales bombardeos que cada día asesinan a decenas de ciudadanos en Trípoli y otras ciudades Libias. Kadafi también aplicó por décadas la política de capturar y entregar a los pro-occidentales a combatientes de la causa nacionalista árabe, muchos de ellos de tendencia comunista. Ocurrió en 1971, cuando el carismático jefe del Partido Comunista sudanés, Abdel Khaleq Mahjub, que había buscado refugio en Libia, fue entregado, atado de pies a manos, al presidente Numeiry de Sudán (pro-occidente), contribuyendo a la aniquilación del mayor partido comunista del mundo árabe para ese momento. En 1978, el jefe espiritual de la comunidad chiíta libanesa, el imán Mussa Sadr, desapareció misteriosamente al final de una estancia en Trípoli, durante el apogeo de la guerra del Líbano, decapitando al primer movimiento militante chiíta de los países árabes (Amal).

Si las razones de estado tienen que ver con el narco Makled, pensamos que ha sido también una muy mala decisión, pues desvía el rumbo de la revolución, destruye alianzas con fuerzas revolucionarias a nivel internacional, sin tener garantía alguna de que las supuestas denuncias de Makled contra funcionarios del gobierno bolivariano no hayan sido ya recogidas por instancias del imperio (como se ha afirmado públicamente, que funcionarios estadounidenses interrogaron a Makled antes de que este fuera entregado a Venezuela). En todo caso, la entrega de un narcotraficante jamás podrá equipararse a la entrega de un revolucionario, por más que intenten calificarlo de terrorista.

Cuando el gobierno venezolano se deja llevar por el “código rojo” de Interpol, se está subordinando a un esquema policial internacional controlado totalmente por el imperialismo. En un futuro no dudamos que muchos funcionarios del gobierno de Chávez podrán ser acusados también de terroristas por las fuerzas imperiales y los colocarán en el código rojo de Interpol. Incluso muchos activistas de la solidaridad internacional con la lucha colombiana, de diversos países del mundo, podrían ser reclamados por el gobierno criminal de la oligarquía santanderista, como ocurre actualmente cuando el gobierno de Santos reclama a Chile la captura y deportación de un ciudadano chileno al que acusan de haber estado en el campamento de Raúl Reyes. Con este mecanismo del código rojo usado como justificación para las deportaciones de revolucionarios a Colombia, EL TERRITORIO VENEZOLANO SE CONVIRTIÓ EN UN ESPACIO SUMAMENTE PELIGROSO PARA LOS REVOLUCIONARIOS DE TODO EL MUNDO.

Cualquier activista mundial que visite Venezuela podrá ser requerido por la justicia Colombiana, y el gobierno de Chávez “cumplirá con su deber” de capturar y entregar al “terrorista” solicitado. Estas “razones de estado” que aducen Chávez, Maduro y demás altos funcionarios del gobierno bolivariano no tienen sustento alguno en términos de política socialista y revolucionaria. Sólo sirven como la justificación que puede alegar un gobierno burgués del montón, como tantos que han existido en Venezuela y en toda Latinoamérica.

LA ENTREGA DE REVOLUCIONARIOS A COLOMBIA NO APORTA VOTOS PARA EL 2012.
Para un gobierno como el de Chávez, que ha introducido tantos cambios positivos en las relaciones internacionales del continente, favoreciendo el crecimiento de las fuerzas nacionalistas, antiimperialistas y socialistas que se enfrentan a la dominación imperial, resulta totalmente contradictorio el asumir ahora posiciones como las que tratamos aquí. No existe incluso una situación extrema de peligro inminente que pueda argumentarse en cuanto a la solidez del proceso revolucionario. El mismo proceso electoral de 2012 puede debilitarse por el desarrollo de estas políticas tan contradictorias y antagónicas con lo que venía siendo la revolución bolivariana.

Si es en número de votos, estamos seguros que la revolución bolivariana no gana ni un solo voto por entregar revolucionarios al gobierno colombiano, ni por reconocer al gobierno golpista de Porfirio Lobo y admitir el reingreso de Honduras a la OEA. Más bien, tal vez los pierda, aunque no sean muchos.

¿CUAL DEBE SER LA CONDUCTA DE LOS REVOLUCIONARIOS ANTE ESTA SITUACIÓN?
• Mantener una crítica profunda y decidida, en términos revolucionarios, contra las equivocadas políticas aquí mencionadas que viene implementando el gobierno de Chávez.
• Exigir y presionar para que todos los revolucionarios en cargos principales del gobierno bolivariano asuman públicamente estas posiciones críticas. No se concibe que quienes participaron en la lucha armada venezolana se callen ahora ante la deportación de revolucionarios a Colombia, por el simple hecho de mantener un cargo burocrático en el Estado.
• Enarbolar la consigna de la gran marcha contra la criminalización de las luchas populares realizada el 7 de junio en Caracas, en donde se exigió el respeto a las críticas revolucionarias y el cese a la censura mediática para quienes critican al gobierno desde las filas del movimiento popular.
• Existen algunas cuestiones más de fondo, como la militancia dentro del PSUV, la participación en el Polo Patriótico, el tipo de relación política entre los movimientos sociales, el Estado y la dirigencia chavista, que deben seguirse debatiendo en cada colectivo y tomar las decisiones que al respecto crean más convenientes.
• Lo que nunca ha estado en cuestionamiento es continuar con una política revolucionaria desde los movimientos sociales organizados, trabajadores, campesinos, pobladores, estudiantes, profesionales, buscando la profundización del proceso revolucionario, combatiendo a los capitalistas y a los burócratas. EL MOMENTO HISTÓRICO QUE SE PRESENTA EN VENEZUELA, AMÉRICA LATINA Y EN TODO EL MUNDO, EXIGE LA ORGANIZACIÓN Y FORTALECIMIENTO DE LAS FUERZAS POPULARES REVOLUCIONARIAS PARA AFRONTAR LA OFENSIVA DEL IMPERIALISMO GLOBALIZADO QUE PRETENDE ACABAR CON TODAS LAS FORMAS DE RESISTENCIA DE LOS PUEBLOS E IMPONER UN CAPITALISMO AÚN MÁS SALVAJE Y EXPLOTADOR.


Roberto López Sánchez
UNETE/Zulia

jueves, 2 de junio de 2011

¿Otra entrega? No a la entrega de Julian Conrado



Por: Sulata Taruka-Madre colombiana -sobreviviente de la Unión Patriótica
Fecha de publicación: 02/06/11


"Los que hacen las revoluciones a medias, no hacen más que cavar sus propias tumbas"
(Consigna del Mayo francés)

¿Entregarán a otro luchador social? Gobierno Bolivariano: una razón de Estado no es compatible con la construcción de la Patria Grande Bolivariana. Hoy se acaba de aprobar en el Congreso de la República de Colombia la Ley de Seguridad Ciudadana que consiste en criminalizar más la protesta social. Se dará cárcel por más de 4 años a quienes bloqueen vías públicas; se arrestarán y judicializarán a adolescentes (estudiantes), se perseguirá implacablemente desórdenes callejeros. Que tome nota el comandante Chavez. Ya no podremos ni indignarnos en Colombia porque nos encalabozan por años. La peor dictadura de América Latina, la de 57.000 NN -cadáveres sin identificar-, la de 7.500 presos politicos en condiciones degradantes, la de fosas con miles de desaparecidos. La República Bolivariana, ¿seguirá su "compromiso inquebrantable contra el terrorismo", del que nos acusan a los campesinos, indigenas, trabajadores, estudiantes, profesores, artistas, intelectuales, rebeldes? Más de 6.000 NN corresponden a cadáveres de niños, niños que no pudieron desarrollar una vida digna porque el Estado terrorista de Colombia lo impide. El mundo está alrevés; los sensatos de Colombia esperamos que el compromiso del Gobierno Bolivariano sea contra el Terrorismo de Estado de Colombia, no contra los oprimidos y perseguidos y sobrevivientes de este remedo de Nación.

Algo huele mal. Informan en un comunicado que ya está en desarrollo la deportación de Julian Conrado, el cantante de la insurrección legítima. ¡ Qué celeridad ¡ Ni los gobiernos europeos más lacayos y racistas contra los "sudacas" actúan con tanta premura. Son más generosos; al menos dan café y permiten abogado defensor. Algo no cuadra en el mapa de la ideología emancipadora. Además, dicen que hubo seguimiento de "inteligencia" colombiana; fue una operación conjunta. O sea, no hubo soberania en la captura de Julian. ¿Hay una estrecha colaboración entre policia venezolana y colombiana para perseguir a rebeldes? Y Santos se salta los canales protocolarios y se jacta en twiter "el presidente Chávez prometió enviármelo", como para amarrar al comandante, que no se le vaya a torcer. ¿Que está pasando? Esto es de pelicula de terror. Y para acabar de completar, que a Conrado, una vez lo reciba la jauria institucional colombiana, lo empacan via EEUU, el mayor Estado criminal y terrorista del planeta, para que alli se caguen, orinen, escupan, grilleteen, encadenen, den una hora de sol, humillen, a un ser en rebelión contra un canalla sistema de exterminio. Yo no entiendo qué revolución está haciendo Venezuela. Si la sostiene a medias está cavando su propia tumba. Porque a medias tintas, los resultados se estallan, las paredes se derrumban, el cemento de mala calidad se cristaliza.

Que a Simón Trinidad lo hayan capturado en Quito con la complicidad de un gobierno infame (el anterior a Rafael Correa) vaya y venga. Pero que capturen y entreguen en plazos record a uno y otro y otro en un pais que dice ser revolucionario, esto no lo entiendo. La política antiterrorista la dictan y la hacen los verdaderos terroristas contra los pueblos indignados y alzados del mundo. Prestarse para cumplir esa politica es equipararse al agresor, es igualarse al violento dictador de las politicas económicas, financieras y sociales que llenan de muerte y dolor a los ninguneados. Hay muchas formas de ser servil a la injusticia capitalista. Una de ellas es aceptar el sistema de justicia clasista-represiva-vengativa internacional. La justicia mundial es la guerra declarada al pobre, para que el rico viva tranquilo y seguro. La justicia es una ilusión en la que atrapan como perros de presa a todos los miembros serviles de los sistemas judiciales de los paises. Es una justicia del rico propietario, contra el pobre desposeido. Que en esta trampa estén los idiotas útiles, se entiende; pero que también lo avale un gobierno que se dice revolucionario...¡ Uff ! ¿Revolucionario de qué? Si el capitalismo sigue campante saqueando, robando la plusvalia obrera. Si los inquisidores mediáticos tienen patente de corso para despedir a periodistas consecuentes con las luchas de los pueblos hermanos. ¿Cuál revolución? ¿Si las estructuras de este sistema depredador no han sido siquiera tocadas?

Algo huele mal. El gobierno norteamericano felicita al Comandante por haber entregado al perseguido politico Perez Becerra; y a escasas semanas le sanciona a PDVSA. Y en Bogota siguen tramando y conspirando contra Caracas, y al pueblo colombiano le siguen lavando el cerebro para que odie más a Chávez y a la Revolución Bolivariana. Ningún periódico colombiano habla bien de ustedes. Tome nota comandante. Cuando ataquen a Venezuela, el principal frente abastecedor de los agresores va a estar en Colombia; hay millones entrenados mentalmente para hacerlo. Los únicos que van a ofrecer sus cuerpos, su entereza, su gallardia, su dignidad y coraje para defender la Revolución Bolivariana van a ser los guerrileros de las FARC, del ELN, los periodistas alternativos dignos y valientes (sobrevivientes de la Union Patriotica), los estudiantes con conciencia, las madres que hemos perdido a nuestros hijos de manos del Estado Paramilitar Colombiano, los trabajadores ávidos de justicia. De su "nuevo mejor amigo" sólo espere traición, y manipulación a través de twiter.

Ni Rusia comunista, ni Cuba socialista, entregaron rebeldes internacionales. Porque no aceptaron el desigual y absurdo sistema de justicia mundial. Porque entienden que eso es una farsa para reducir a los hombres y mujeres con conciencia de humanidad y libertad. Porque saben que las impuestas reglas juridicas son el mejor instrumento para asegurar la dominacion y la explotacion económica. Al hacerle el juego al sistema corrupto de Interpol (al servicio de los poderosos) se está engrosando el número de presos políticos en Colombia. Se está siendo cómplice del provocador y violento trato a éstos. Eso quedará registrado en la historia, y ésta no absolverá. La protección al débil y caído en desgracia es la ternura de los pueblos, es la solidaridad revolucionaria, es la auténtica revolución. El juego politico con la OEA y esas instancias caducas, es legitimar la burla leguleya hacia los pueblos oprimidos. La politica se hace con los pueblos perseguidos no con los dirigentes corruptos, gánsteres con poder.

Entregar el músico de las FARC es enjaular un pájaro que alegra una selva inmensa con su alegre canto.


(*) Madre colombiana -sobreviviente de la Unión Patriótica