CUALQUIER SUMISION ES NUESTRA DERROTA. SOLO LA ACCION SOBERANA DEL PUEBLO ES LIBERTAD

jueves, 16 de febrero de 2012

Una piedrita que tiene el don de la ubicuidad



En los últimos días y a raíz de unas fotos trucadas de unos niños supuestamente armados en la conocida comunidad de “La Piedrita”, han venido apareciendo infinidad de noticias. Que si los vieron por allí, que si amenazaron a alguien por allá, que si están tomando casas quién sabe dónde. En fin, de ahora en adelante, una vez que el presidente Chávez los condenó, todas las cosas que ocurran en este país tendrán un protagonista: los y las compas de “La Piedrita”.
Ya hemos visto estas escenas anteriormente. Lina Ron fue criminalizada y hasta presa porque no tenía pepitas en la lengua para llamar a las cosas por su nombre y actuar en consecuencia. Luis Tascón se atrevió a denunciar que dentro de la revolución había un nido de alacranes (la frase es de Muller Rojas) que estaban y siguen medrando de la revolución y sufrió el castigo de ser descalificado, descertificado como revolucionario e invisibilizado. Ahora le toca el turno a Valentín Santana.
Hay un siniestro personaje que todas las noches aparece en una televisora oficial, que ha sido multiplicador de las descalificaciones que ha hecho el Presidente. Este personaje olvida, con suma facilidad, que muchos y muchas de los hoy defenestrados estuvieron en su programa y que una vez “certificada” su condición de contrarrevolucionarios o agentes de la CIA, de un plumazo fueron olvidados. Pero sobre todo olvida que quienes han sido permanentemente acusados fueron los que pusieron alma, vida y corazón aquellos nefastos días del golpe de Abril donde, por cierto, pocos de los que hoy se declaran rojos rojitos, dieron la cara. Fueron personas como Lina y sus descalzos y Valentín Santana, con el Colectivo La Piedrita, quienes junto a cientos de miles de anónim@s salieron a defender esta revolución que se construye todos los días, con trabajo y con crítica constructiva.
El querido profesor Vladimir Acosta, que también ha llevado duro por este y otros personajes de la política nacional, habla del servilismo intelectual “…o la pereza intelectual de algunos que repiten como unos loros todo lo que se dice o todo lo que el Presidente dice y lo justifican sin pensar o que cuando piensan retuercen cualquier argumento para darle la razón al Presidente. Hay que esperar que el Presidente rectifique, cuando lo hace, porque a veces lo hace, se da cuenta, para que entonces vuelvan a ser loros, pero loros rectificadores. Y eso es triste, eso es lamentable, y es algo profundamente perjudicial para un proceso revolucionario, para un proceso que intenta cambiar cosas, para un proceso de participación y de protagonismo popular” .
Ni más ni menos es lo que estamos viendo hoy cuando incluso la vida del compañero Valentín Santana corre peligro, porque las hienas se han juntado para acusarlo y perseguirlo, como persiguieron en su momento a Lina Ron para después inmortalizarla, pero una vez muerta. ¿Será que eso es lo que se pretende con el compa Valentín? ¿Asesinarlo para después hablar de sus virtudes, de su condición de revolucionario?¿Será que una vez muertos, como Luis Tascón que hasta fue velado con honores en la Asamblea Nacional por aquellos y aquellas que lo defenestraron es que recuperan sus “cualidades” de revolucionari@s?
Hace apenas unos días, el jueves 9 de febrero concretamente, sujetos del CICPC llegaron hasta la placita del barrio buscando al compañero Valentín Santana y a otr@s dirigentes de la comunidad . Afortunadamente el 23 de Enero sigue siendo ejemplo de solidaridad y de combate, porque una vez detectado el movimiento, fueron much@s l@s que se movieron, como en los viejos tiempos, para darle respuesta a estos motorizados encapuchados. Ya la comunidad de La Piedrita (que exige que se les reconozca como un barrio con cero violencia, cero drogas y con muchos proyectos de trabajo y esperanza) estaba alerta y dispuesta a recibirlos. Bravo por el CICPC que da muestras de que existe, porque hay que ver la cantidad de jóvenes, campesinos, sindicalistas y obreros de la construcción que perdemos todos los días por balas que nunca se sabe de dónde vienen. Bravo por estos valientes funcionarios que se activan para perseguir a un dirigente popular y no para resolver el problema de sicariato que nos está desangrando los campos.
Y para terminar de ponerle la guinda a la torta, leemos que el candidato de la derecha, asalta embajadas, Capriles Radonsky acaba de lanzar su primera promesa de gobierno: encerrar tras las rejas a Valentín Santana; si es posible, quisiera él, enviarlo a los Estados Unidos, extraditarlo por terrorista… Imaginen el terrorista convicto y confeso, acusando al compañero de La Piedrita.

Nos duele mucho decirlo y no negamos el temor que nos produce esta nueva criminalización de una persona y un colectivo que goza del aprecio y el respeto de su comunidad. Es triste que para desprestigiar a un colectivo, a una comunidad, se le endilguen todas las cosas que ocurren en el país. Sí, porque a l@s compas de La Piedrita la acusan hasta de estar metida en las tomas del estado Lara. De ahora en adelante, prepárense, porque hasta de quitarle los caramelos a los carajitos van a ser acusad@s por dos supuestos contrarios que de tanto odiarse terminaron pareciéndose; nos referimos a los personajes de la noche de Globoterror y de VTV.

lunes, 6 de febrero de 2012

La Piedrita en el Zapato

La piedrita en el zapato


Fotos, comentarios, comunicados, opinadores, solicitudes de investigación y el revuelo nacional e internacional es por todos conocido. Así que de eso no tratará este artículo. De lo que sí tratará será de un análisis que realicé a las “peligrosas” fotos y mi teoría de por qué se forma todo este alboroto justo en este momento.
Todas las fotos se publicaron en los sistemas mediáticos de la derecha luego de la intervención de Valentin Santana en la misa que se hizo en la iglesia San Pedro Claver el 23 de Enero de 2012 cuando se conmemoraban los 54 años de la parroquia. Tengan esto en cuenta que luego volveremos a este primer punto.
Las fotos son de cuatro momentos distintos que para fines didácticos enumeraremos de la siguiente manera: 1) las de los niños con armas y Constitución Nacional son del 18 de noviembre de 2011, 2) las de la Guardia del Pueblo son del 15 de diciembre de 2011, 3) las de los niños sólo con Constitución Nacional son del 23 de enero de 2012 y 4) las de la reinauguración del Estadio Chato Candela son del 28 de enero de 2012. Esta información es perfectamente comprobable por cualquiera persona que tenga un poquito de curiosidad y no se deje manipular por la prensa fascista o por las descalificaciones del señor cuyo “revolucionómetro” pone a funcionar todas las noches por el canal del Estado.
Las fotos son públicas y están disponibles desde el mismo momento en que fueron tomadas, no sólo en los perfiles de las redes sociales de diversos colectivos del 23 de Enero sino por innumerables personas que participaron en los cuatro momentos mencionados anteriormente. Es decir, ni eran actos clandestinos ni se trata del mismo día. Primera conclusión.
En las del 18 de noviembre Valentin viste chaqueta verde y mono rojo de rayas azules. Hay 2 sillas rojas, una azul y siete blancas. En ese momento hay once niños de los cuales sólo tres tienen en su mano, aparte de la Constitución, un facsímil (arma de plástico) de AR-15. Ese fusil verdadero pesa entre 3,9kg y 4,5 kg. ¿ud cree que un niño podría sostenerlo con una sola mano si fuera real? La razón por la que lo tienen es porque los compas del Colectivo La Piedrita querían hacer una alegoría para homenajear a los excombatientes de los años 60 que harían un encuentro en el Teatro Cristo Rey, muy cerca del barrio. En el momento que pasaba la marcha frente a los niños, colocaron el arma en la silla y levantaron la Constitución demostrando que si antes la lucha era con fusiles, ahora es con la Carta Magna. Es decir, en La Piedrita no se arman a los niños se les enseña cuál es el escenario y camino actual de lucha. Segunda conclusión.
Las fotos del recibimiento de la Guardia del Pueblo por las comunidades del 23 de Enero se hace en la Plaza Bolívar, frente al bloque 7 y son tomadas casi un mes más tarde. Posteriormente tenemos las que se hacen en los actos en conmemoración de la parroquia, allí Valentin viste chemise manga larga blanca y mono rojo sin rayas. Después que hace el planteamiento en la misa que fue televisado, se dirige al barrio y allí se organiza, junto a la comunidad, un acto en homenaje a quienes marcharían hasta la concha acústica de Cristo Rey y pasarían nuevamente frente al barrio. En esta oportunidad se observan diez niños levantando la Constitución, sin facsímiles de armas, quienes previamente estuvieron sentados en siete sillas verdes todas iguales. ¿Por qué estas fotos no formaron parte del alboroto? Es decir, dos meses después de haber hecho la alegoría mencionada, no hay armas, sólo Constituciones como se dejó claro desde el 18 de noviembre. Tercera conclusión.
Ahora regresemos al segundo párrafo: ¿Qué dijo Valentin en la misa? Entre otras cosas pidió al poder constituido “salgan de la Asamblea Nacional, de sus oficinas con aire acondicionado y recorran los barrios para que vean la realidad (...)”, y más adelante planteó “diputados, ministros, concejales, alcaldes, solucionen los problemas inmediatos de la gente”. Si quiere ver la intervención completa puede ir a este enlace de internet: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=X3l8mazXLFI.
Concluimos con esto: ¿Qué tiene en común la burocracia ineficiente con la prensa de la derecha? ¿A quién le interesa un Colectivo La Piedrita desmovilizado, amordazado y sin trabajo popular? El “señor de la noche” dijo en su programa que él quería ver dónde se iban a meter los del Colectivo cuando llegara el momento. Por acá le respondemos que estamos junto al pueblo luchando y organizando como lo hicimos el 27-F 1989, 4-F 1992, 27-N 1992, 11-12-13-A 2002 y cada uno de los momentos que nos ha tocado en estos 26 años de lucha por tener una comunidad organizada y que desde hace mucho tiempo desconoce problemas de delincuencia, drogas o violencia dentro de nuestros espacios. ¿Podrán decir lo mismo quienes salen a esconderse en embajadas, a pintarse el pelo o a “ocultarse estratégicamente”?
Hasta aquí las conclusiones de mi teoría. Antes de creer lo que se dice sin ir al fondo de los procesos, lo invitamos a que investigue usted mismo lo planteado acá.

Leo A.
leomagos@gmail.com

sábado, 4 de febrero de 2012

Que belleza esos niños armados ojalá fuera verdad (a propósito de las fotos de La Piedrita)




Ayer venía caminando de noche de regreso a casa. Pasando un puente sobre el barrio de Chapellín dos niños-muchachos de unos catorce o quince años se me acercan y uno me dice: “que te pasa porqué no cargas tu carro”. Yo no tengo ningún carro, la pregunta era absurda pero sus caras evidentes, la droga todavía más. Me dí cuenta que uno de ellos cargaba un arma. Venían por mí, ya eran las diez de la noche, no hay gente en la calle. Empiezo a caminar hacia atrás, estos me siguen, me apuro sin darles la espalda para que no me jodan hasta que consigo las escaleras al barrio. Me voy por ellas hasta que encuentro una doña y dos señores mas hablando sobre la plataforma de su rancho, allí me meto y los muchachos pasan. Me salve de otra más que ya son bastantes en esta cuidad. Hablando con los amigos les cuento el hecho y me descifran a estos “niños”. Grupito de malandritos que tienen aterrada a la población hijos de oficio del jíbaro mayor de la zona. Más típica no podía ser la situación. Pero luego hablando con ellos entre el susto y la tranquilidad ganada les digo sin esperar: “¿coño vieron esas fotos de los ninos armados en el 23 y que tienen escandalizado a todo el mundo?...carajo como hacen falta unos niños así por acá. Se me quedan mirando, se ríen y me confirman…imagínense les decía que no sean estos muchachos destrozados por la droga sino hijos nuestros cuidando el barrio que nos reciban y hasta nos revisen. Maravillosos cuerpos como esos niños fotografiados: bellos, sanos, dignos, sonrientes y nuestros…sigo hablando con los viejos con la rabia acumulada y me gano tres nuevos amigos.

Llegando a casa, obsesionado por el hecho reviso los abundantes libros de fotografía de mi madre, no las encuentro pero sigo recordando unas viejas fotografías de unos niños en Vietnam armados defendiendo su tierra colonizada y destrozada por el colonialismo. Todos los recontrarevolucionarios que hoy escupen sobre estas fotos de La Piedrita ayer hicieron discursos con los niños de Vietnam y las pusieron en sus paredes. Pero hoy tienen que responder al discurso del cardenal y de la moral que estos curas inventaron, junto a moralistas, legalistas, la mierda de los medios privados y las buenas costumbres y el deber de Estado. ¡Van presos!, dicen desde el Presidente hasta Mario Silva, pasando por todos los ministros y el partido y la risa manipuladora de la basura derechista. Van presos no por el hecho concreto de lo que hagan o no en esa comunidad los compañeros del grupo de la Piedrita, que puede ser de lo más criticable del mundo (y de verdad que están pasados y bien pasados pero ese no es punto) van presos por la prohibida foto que según Mario Silva “le quita puntos al Presidente”. ¿¡Coño pero cual es el problema mi amigo! los puntos electorales y la manipulación de Ravel o los niños de Caracas?.

Yo no sé quien será la o el imbécil que tomó esas fotos en La Piedrita que pasaron meses después de pasar por uno tras otro correo hasta llegar a las manos del mafioso de Ravel. Lo cierto es que aquí estamos en un típico fenómeno mediático que devela a todo el mundo, al poder en su plenitud hasta mis propias fantasías y recuerdos después de un frustrado robo armado que tiene su contrapartida antagónica en las fotos de niños vietnamitas en plena guerra anticolonialista defendiendo y liberando su tierra.

Recordemos, ¡son fotos!, las fotos de un teatro según entiendo montado por una brigada de niños que vaya a saber si existe o no en estos momentos. La foto excita razones, nos refleja a todos nosotros, nos quita las caretas, es el punto de verdad que lo demuestra todo porque ella es el hecho que hace eterno el momento, en este caso niños caraqueños asumiendo las armas. Yo no sé como está la situación concreta en La Piedrita, creo que hay mucho que discutir con Valentín y otros antes que sea demasiado tarde en lo que respecta al desgaste de los grupos radicales revolucionarios y su ausencia de política sustituida por relaciones de oportunidad con sectores de gobierno y la imposición de fuerza a nivel territorial y demás que no tiene sentido comentar. Pero insisto este no es el caso, el caso es UNA FOTO cuyo origen puede ser de cualquier lado y que escandaliza porque da miedo. El problema no es el niño en sí que es lo menos de lo cual se habla de lado y lado (unos los les interesa condenar el hecho como la violencia manifiesta detrás del gobierno, otros dirán que es la CIA penetrando el grupo de La Piedrita, todos pidiendo sus cabezas, mientras la derecha confirma la relación del gobierno con el terrorismo de la FARC y el narcotráfico). A todo el mundo le sirve la foto porque a nadie le interesa el contexto desde donde ella se toma en donde la violencia inunda y a la vez anuda todas unas relaciones de poder que nos aplastan desde abajo, impidiendo precisamente lo que quiere el presidente niños jugando y no armados. Muchos, miles de niños presidente ¡están armados!, unos para destrozarnos y destrozarse, piezas de la caverna del narcotráfico, expresión subterránea de la contrarrevolución sangrienta que luego se completa con la aviación de la OTAN. Otros, muy pocos desgraciadamente, toman un arman real o de juguete orgullosos de ser parte, aunque sea teatro, del ejercito de liberación del pueblo. ¿Por esta última va preso Valentín y todos en La Piedrita?. Admitir su prisión es nuestra autoderrota, el triunfo del verdadero narcotráfico y los homicidas internos, derechistas y racistas hasta el odio que ven al poder del estado “poniéndoles el orden que necesitan”. .

Y más allá incluso de la violencia real, si tomamos el contexto simbólico y nos preocupan nuestros niños, deberían entonces expulsarse todas las importadoras de juguetes de este país, cerrar televisoras, acabar con escuelas alienantes, hasta el Blackberry para menores debería ser prohibido, porque todo ello es mil veces más perjudicial que un arma en manos de un niño. El caso es que son niños de barrio armados y detrás de ellos se ven figuras que aluden a una guerra por la esperanza, un cristo y una virgen armada; es decir, el germen de una rebelión general de la pobreza entre otras cosas contra todo el moralismo desde el concilio eclesial, Teodoro Petkoff y toda la mafia mediática hasta Mario Silva, lo cuales se sienten en la obligación de condenar cada uno apelando a sus razones de interés, razones que demuestran lo que solo a ellos les interesa demostrar, todo menos la situación de nuestros niños. Es terrible la criminalización de esta foto que infinitas significaciones tiene mientras el diario Ultimas Noticias tiene al menos diez fotos de putas todos los días entre sus “mercancías en venta”. En fin estamos en una sociedad de libre mercado mientras no se toquen las armas. Lo que aquí se está condenando y tiene razón la derecha y las camadas de burócratas es el pueblo en armas.

Un niño con un arma en mano no quiere decir nada desde ningún punto de vista, al menos que exista una razón primaria que lo condene, la cual no existe porque un arma es una creación humana infinita en cuanto a sus significados, desde el más aplastante y criminal hasta el más liberadora. La condena no es al hecho sino al que rompió con una moral tan hipócrita como todos los estamentos de una casta dominante que tiene prohibido violar las premisas básicas del Estado contemporáneo: “los únicos que tenemos derecho a la violencia somos nosotros”. Tengo entendido que esto era una obra de teatro, importa un carajo si este argumento es cierto o no y si no lo es será entonces porque los propios miembros del colectivo de La Piedrita caen en el mismo círculo de la moralidad maldita y el niño inocenten y de esa manera tratan de justificarse. Lo cierto es que ese Estado no es ningún Estado revolucionario si alguna vez existió una cosa parecida a ese, sino que es un Estado penetrado de costa a costa por la estrategia del “paraestatismo” (poderes criminales y de hecho fuera de toda ley pero soportados en los estados mismos) y la corrupción que ya penetra todos los estados del mundo y en particular en este continente para desestructurar toda la avanzada revolucionaria que se vive desde hace más de veinte años. Es la estrategia final del neoliberalismo genocida que hoy presiden EEUU y Europa.

Que lindo sería una sociedad sin armas, mil veces más una sociedad donde el niño jamás supiese lo que es un arma ofensiva que se relacione con la muerte. La moral pública nos impone que eso debe ser así, la fachada de ella debe ser así, aunque todos los hechos nos indiquen la inmensa farsa que se esconde, empezando por un mercado “infantil” lleno de violencia. El caso de las fotos, y nuevamente insisto “de las fotos”, es un reflejo mas bien bellísimo tanto de la tragedia que vivimos día a día enfrentando un monstruo criminal que nos invade mucho antes de cualquier invasión “imperialista”, como de esta farsa generalizada que los niños la vuelcan por completo. Los niños que aparecen en las fotos de La Piedrita en ese sentido son las más lindas fotos de niños que podemos difundir, aplastando aunque sea simbólicamente todo ese mundo genocida que no esta fuera sino dentro de nosotros y nos llena realmente de muertos por toneladas y espiritualmente nos hunden en la fosa de la completa sumisión.

Después de Vietnam, de nuestros niños del 23 que por aquel 4 de febrero y 27 de noviembre del 92 donde me consta fueron muchos los “menores” que ayudaron en una guerra pura y dura, sería una prueba de derrota total que se admita la detención o invasión de quien sea y donde sea por esta FOTO. Por el muy criticable caso de la práctica de los compañeros de La Piedrita y la lógica que imponen ciertos grupos en el 23, mi solidaridad total por las organizaciones combatientes y los niños dignos de nuestro pueblo.

Roland Denis