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lunes, 20 de diciembre de 2010

Cuñaíto Pedro. El Duende de la Escuela Manuel Antonio Carreño



Se llama Pedro Antonio López Mejía, nació en las montañas de Barinas un domingo 9 de septiembre de 1933 a las 12 del mediodía. Todos le conocen como cuñaíto Pedro; y a pesar de su edad hasta hace 3 meses su medio de transporte era una bicicleta, que dejó de usar porque dice que ya es peligroso andar en esas bichas. Cuando llegamos a buscarlo en la escuela Manuel Antonio Carreño (conocida como Ma Carreño), donde vive desde 1953 (desde los 20 años), la señora Carmen Jiménez, trabajadora de la misma, nos dice: “Pedrito es como una reliquia, es muy querido por tod@s nosotr@s...”
Pedrito es un personaje con una memoria extraordinaria, a pesar de que insiste a cada momento en que ha olvidado muchas cosas. “Yo llegué a esta escuela un día martes 14 de septiembre de 1953, a las 3:50 pm, con un nombramiento de Barquisimeto, como aseador. El Director era Darío Rodríguez, estaba recién inaugurada la Escuela. Comencé a trabajar el día siguiente, 15 de septiembre de 1953… “ Al preguntarle cómo vino a recalar en Sanare, responde: “Yo vivía en las montañas de Barinas, allá me reclutaron y me trajeron para Barquisimeto; estuve 13 días encerrado, aunque sabían que yo no servía pal servicio militar, porque estaba enfermo y mido 1.50 mts. de estatura. Al salir me encontré con un amigo que vivía en Caracas al que le solicité que me ayudara a entrar a un sanatorio (nombre antiguo del hospital) porque estaba muy enfermo. El me dijo que me iba a llevar, pero se le acabó la plata y en la casa que me estaba quedando se fueron poniendo serios. De la casa donde él me llevó me tuve que ir a la calle. Pasé mucha necesidad, durmiendo como un animalito y comiendo cuando se podía. Así pasé como 20 días hasta que otro amigo se condolió y me llevó pa’ su casa donde viví como 7 meses mientras mejoraba. Cuando me sentí mejor me fui a buscar trabajo, a veces me iba con el amigo a la escuela donde él trabajaba. Allí conocí a un profesor al que le pedí cualquier trabajo; él me mandó a la Superintendencia de Educación (hoy Zona Educativa). Fui un viernes pero había mucha gente buscando trabajo; volví el sábado porque en esa época se trabajaba hasta los sábados y el director me dijo que podía emplearme pero en otra parte. Me nombró 4 pueblos, yo le dije pa’ donde sea. Después la secretaria me dijo que Sanare era un pueblo muy bonito, con gente muy buena, aunque frío y con mucha lluvia…la escuela tenía dos turnos (9:00 a 11:30 am. y 2:00 a 4:30 pm) y los sábados medio turno en la mañana.”
“Desde joven fui muy travieso. Comencé a tomar alcohol a los 12 años. A fumar desde los 10, porque desde chiquito era muy enamorao solo, entonces las muchachas me convidaban la colita y así me envicié. Y fíjese que siendo el más maluco, borrachito y muérgano de la casa, todavía estoy vivo…cosas de Dios y de la Virgen. Ahora tengo 3 años que no bebo ni fumo porque me han diagnosticado como 20 enfermedades. Tuve 7 hijos con una sola compañera que ya murió; con ella me ajunté casi a juro, porque yo era muy muérgano. Tenía como 9 meses disfrutando de los amores y un día que veníamos de la iglesia porque era medio católico, yendo pal’ cine (porque ella trabajaba en la casa del dueño y le daban las entradas que costaban real y medio) me dijo que le estaba creciendo la barriga. La relación fue mala porque yo era muy travieso; a veces llegaba borrachito con un sombrerito viejo y feo como yo, y ella me esperaba con la cantaleta y no me daba un bocaíto de comida. Yo no vivía con ella sino en la escuela; iba borrachito y la preñaba. Peleaba mucho conmigo porque vivía jugando, bebiendo y en la calle. Jugaba mucho con la ambición de ponerme rico.”
“Yo llegué aquí en la época del amigo Pérez Jiménez. A los amigos les digo que vivo en la escuela porque la pieza me la dejó mi compañero Pérez Jiménez como herencia y como recuerdo. Por él voté dos veces. Antes había mucho respeto en la Escuela, yo podía reclamarle a los muchachos como si fuera maestro y me respetaban; ahorita no me atrevo porque me van a decir jalabolas. Además, el amigo gobierno dice que a los muchachos no se les puede regañar. Los actos antes se llamaban veladas, eran muy bonitos y muy decentes; hasta los maestros participaban. Bueno, como yo soy un viejo anticuco, me gusta el respeto. Cuando llegué había un solo obrero, el señor José Remedios Lucena…muy bueno. Nadie me cree, pero ese hombre llegaba a trabajar a las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche, que uno lo veía trajinando con un motor viejo pa’ poner la luz. Estuvo trabajando día y noche 17 años. Cuando el Director lo llamaba venía corriendo… Ahí voy, gritaba. Yo no, yo era medio morrocoy. A él lo botaron un día porque se puso a tomar. Le aplicaron el artículo 31 y le dieron 2530 bolívares de los de antes.”
“Siempre he vivido en la escuela. Comencé a vivir en las barraquitas que construyó el gobierno cuando el terremoto. Esas se cayeron. Después tenía una pieza que se quemó con todo adentro y me dieron este salón en el primer piso. He pasado por todos los gobiernos. Aquí había maestros adecos, de todo, pero muy privatizados, muy discretos. Esta era la única escuela y estudiaban ricos y pobres, todos aparentaban unidad porque había mucho orden. Hasta los bedeles teníamos autoridad.”
Ante la pregunta de si recuerda un Director estricto, sin pensarlo responde: “el más apretao se llamaba Miguel Napoleón Mujica Barrios, venía de Nirgua; era un señor mayor, amigo de Pérez Jiménez, muy arrequintao. Ese fue enjuiciado por los zagaletones cuando cayó Pérez Jiménez y lo tuvieron que sacar escondío; aunque unos zagaletones lo estaban esperando y le cayeron a piedras aprovechando que las garantías no estaban suspendidas… “
¿ Alguna vez lo sancionaron, preguntamos?
“Una sola vez. Un miércoles después de carnaval me quedé dormido pensando que todavía era fiesta porque estaba borracho; la escuela amaneció sucia de papelillos y el Director me dijo que estaba botado. Habló conmigo en privado. Yo siempre fui un tontico serio, no me alcé y él se condolió. Duré aparentando 44 años; me reconocieron 27 porque por andar con la botella no hice la diligencia. A arreglar los papeles me una maestra a la que quiero mucho . No trabajaba como los demás. Lo mío era aparentativo. Tengo dos botones de oro que me dio el sindicato que no los tiene nadie, ni los buenos trabajadores. Tengo diplomas, placas, como gran permanente no como gran trabajador”
“En la época de Pérez Jiménez todo el que tenía cargo tenía que votar por él; después, cuando AD votaba por quien yo quisiera. Nunca fui gobiernero ni me metí en política. Me metí en AD, pero cuando me dijeron que tenía que pagar mensualmente 2 bolívares de los viejos, me retiré. Fui también Orlandista, toda mi familia lo apoyó, pero después se echó a perder, tenía mucha gente desordenada. .. Todos los políticos roban. Después voté por el amigo Chávez, la primera vez que se lanzó. Ahorita no voto, estoy desencantado.”
“Siempre he sido muy conforme con las cosas, menos con la política. No hablaba con nadie porque soy muy serio, pero de carácter aparentativo; me gustan las películas mexicanas y las iba a ver con mi novia; pero después que comencé a fabricar familia dejé de ir al cine. A veces un nieto me pone películas pero no me gustan las de ahora porque son puro muerto y golpes. Soy el hombre más tonto del mundo; siempre me enamoraba solo y lloraba escondío. Nunca le he pedido nada a ningún gobierno. Fíjense que como soy medio retrechero nunca pido la comida del comedor; debe ser por pretencioso. Tampoco quise anotarme en la lista de la comida pa’ los viejitos, sabiendo que se estaban anotando ricos y pobres les dije que ya tenía una pensión y que había gente más pobre, porque yo no soy avariento.Incluso, una vez me dieron una planilla pa’ una beca de la Alcaldía y como yo cobro mi pensión se la pasé a una señora que necesitaba más”
Quiero a las mujeres y las respeto mucho porque nací de ellas. Me alegra el corazón tener amigas. De la alegría a veces me pongo apolismao. Una lágrima busca asomar, pero Pedrito la controla. Ya finalizando la mañana, dejamos a Pedrito en su salón de clases-casa; antes un niño de la Escuela le trae una tisana para que celebre con ellos el Día de la Alimentación.

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